y en el medio de la nada quedarme sin contar tiempo observándola
sin mucha ropa por no decir nada
y que se vayan hirviendo con intención de desaparecer
todas las pecas de la arena que pinchan cuando rozándolas se despiertan
reacciono y me asusto de lo pequeña que me encuentro a su lado
por estar tan lejana al mismo tiempo
mis ojos como si fueran ventanas empapadas en una lluvia torrencialmente otoñal
arden y cantan tristes viajes en otros brillos celestes
y un poco negros también
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