jueves, 21 de agosto de 2014

Y sueno

Afortunada la que te observa dormir,
 y no es la noche.
Afortunada la que te escucha
  y el silencio no es.
Afortunada la que tocada por tus dedos
tan llenos de pasión, suena...
Y no,
  no es sólo tu piano.
Afortunada yo,
que te siento
y te amo.

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